Gobernación ambiental en la frontera México-Estados Unidos: Un tema de reflexión

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Por:
Ricardo V. Santes-Álvarez (*)

 

La relación de México con sus vecinos de Norteamérica, sobre todo con Estados Unidos, es un tema que ha preocupado por mucho tiempo a diversos sectores. La razón parece simple: la relación de un país en desarrollo con el país más poderoso del mundo no puede ser menos que “interesante”; desde cualquier enfoque que se le trate. En tal suerte, no obsta decir que en la región de colindancia (la zona de borde, ecotono, influencia mutua, o simplemente frontera común) es donde ocurre la mayor interacción y donde existe la prioridad de mantener una convivencia estable. Muchos acontecimientos se han dado a lo largo de la historia entre México y Estados Unidos; desde conflictos bélicos hasta armoniosos actos cooperativos. Pero siempre ha estado flotando en el aire la cuestión de cómo juzgar la relación bilateral para, en su caso, mejorarla: ¿Acaso sea una de independencia, de dependencia, o de interdependencia? Diversos autores han descrito las características de la misma y han intentado explicar el estado de cosas de su tiempo. Pero a pesar de cualquier apreciación, es conocido que en la actualidad la relación entre ambos países no es de lo mejor.
En este documento pretendo responder a dos preguntas: ¿Están dadas las condiciones para una mejor relación entre México y Estados Unidos? Alternativamente, ¿Qué caminos han de seguirse para este propósito? El objeto de estudio que me propongo tratar se acota a la zona fronteriza común. Como ruta metodológica para responder al primer cuestionamiento haré uso de un análisis comparativo sobre el Índice de Desarrollo Humano (IDH) propuesto por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). En esa tesitura, propongo dar respuesta a la segunda pregunta, sobre los caminos que han de seguirse para lograr una mejora a la relación bilateral, presentando la experiencia de la gobernación ambiental en la franja fronteriza, la cual, afirmo, puede aportar guías de nuevas rutas de convivencia que penetren otras facetas, aparentemente más sensibles, de la relación bilateral. Finalmente, invito a explorar cinco ideas o estrategias de política que ya en otros ámbitos geográficos se tornan en moneda corriente; estas son las ideas de subsidiariedad, complementariedad, cooperación reforzada, corresponsabilidad, y sinergia.

(*) Documento elaborado para incluirse en la Memoria de las IX Jornadas del Programa de Estudios sobre América del Norte. Independencia e interdependencia en la América septentrional. Cooperación internacional: los retos del ayer y del mañana, organizado por la Escuela para Estudiantes Extranjeros, U. Veracruzana, en Xalapa, Ver., MÉXICO (6 y 7 de octubre de 2010).
Puede solicitar al autor copia del documento completo.

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