La hora cero de la nueva República

Vivimos hoy la refundación de la República […] La cuarta transformación del país, desde el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, hasta el más modesto de los servidores públicos […] Iniciamos un régimen distinto […], porque deseamos llevar al país a un estadio superior de convivencia plural, inclusión social, y pleno ejercicio de la soberanía popular […] ¡Esta es la hora cero de la nueva República!

(Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la mesa directiva de la LXIV Legislatura federal, 1o. de septiembre de 2018)

El sábado 1o. del mes en curso, en el Congreso de la Unión dio inicio la LXIV Legislatura y el período de sesiones ordinarias. Con dominio del partido Morena, los diputados inauguraron recibiendo el 6o. y último Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto. La entrega-recepción del documento corrió a cargo del secretario de gobernación Alfonso Navarrete Prida, y el titular de la Cámara, Diputado Porfirio Muñoz Ledo, quien se manifestó en los términos arriba consignados.

Las críticas al discurso transformador que pregona Morena no se han hecho esperar; repasemos dos perlas:

1. Se endilga a la bancada morenista una presunta pifia en la solicitud de licencia al senador-gobernador Manuel Velasco para ausentarse de su curul y regresar a terminar mandato como gobernador-senador de Chiapas. Solicitud que primero fue rechazada, pero luego (o más bien, luego-luego-luego) fue aceptada. Cabe aclarar que el origen del problema no estuvo en el Congreso federal, sino en el de Chiapas, al haber modificado este último la constitución local, al gusto de Velasco. Por supuesto, vende más (Rosario Robles dixit) criticar a los morenos de San Lázaro que a los diputados chiapanecos.

2. Los críticos se mofan por una supuesta confrontación entre los diputados Gerardo Fernández Noroña y Porfirio Muñoz Ledo. “¿Pues qué no son de la misma línea?” preguntaron. Pues sí, pero no. Para empezar, uno representa al PT y otro a Morena; y aunque ambos se dicen de “izquierda”, no hay que olvidar que la Izquierda siempre ha sido rebelde; en todo el mundo. Y así será la normalidad legislativa mexicana, donde el debate más que el sometimiento al líder será la medida. Bajo esa tónica, esto es, por razón de acaloradas discusiones al interior de las fracciones inclusive, las decisiones tardarán en tomarse. Sin embargo surgirán, de la lucha de ideas y no de acuerdos cupulares, donde el líder de la bancada ordena el sentido en que todos “sus legisladores” deben votar, por la única causa que “la orden viene de arriba”.

A la declaración del diputado Muñoz Ledo, una pregunta que pudiera surgir es si por “hora cero” quiso decir que la legislatura haría borrón y cuenta nueva a la cosa pública. Como si, a tono con el regreso a clases, la representación popular empezara a escribir en cuaderno recién comprado, olvidando una historia ya contada y una más que necesita serlo; y que en ese ejercicio se perdieran tristes, lamentables e indignantes realidades que la administración peñista se encargó de maquillar o de plano ocultar.

Los primeros pasos del Congreso indican que la respuesta es no. De lo visto hasta el momento, no hay olvido; la hora cero marca el replanteamiento del rumbo del país, iniciando por arreglar lo que ha impactado negativamente la vida en sociedad.

Qué mejor muestra que legislar para que la alta burocracia ya no perciba salarios exorbitantes, que significan una afrenta para la mayoría de mexicanos, quienes ni con el trabajo de toda su vida podrían ganar lo que hoy, en sólo un mes, recibe uno de esos funcionarios, ¿verdad, ministros de la SCJN, consejeros electorales, etcétera, etcétera?

Para tal fin, el pasado día 11 el Grupo Parlamentario de Morena presentó la Iniciativa que expide la Ley de Austeridad Republicana (LAR). Entre los Motivos de la Iniciativa, destacan argumentos en el sentido que permitirá acabar con los “excesos que la clase política se había agenciado”. En esa tesitura, las medidas para lograr su cumplimiento tienen el objetivo de optimizar el gasto, dirigiéndolo al interés público, “para liberar recursos que serán destinados a financiar el desarrollo y la prosperidad de los mexicanos”. Y es que de forma recurrente se han conocido “escándalos de derroche de recursos en bienes y servicios suntuosos [como] seguro médico particular, automóviles nuevos, camionetas blindadas, choferes, guardaespaldas, viajes en helicópteros o aviones privados, y en muchos casos comidas y bebidas”. Todos ellos, comportamientos que han causado repudio por parte de la ciudadanía, aunque durante muchísimos años “se consideraron normales entre los políticos y gobernantes”.

Considero que la mayoría de mexicanos estará de acuerdo en la pertinencia de esta propuesta legislativa.

La LAR posee 13 artículos y tres transitorios. De muestra, dos botones:

El Artículo 2o. reestructura el rubro de las remuneraciones de la burocracia de elevados vuelos, que ha de ajustarse a las disposiciones contenidas en los artículos 75 y 127 de la Constitución Política y su ley reglamentaria. La fracción II, del Art. 127 constitucional prescribe que ningún servidor público puede percibir emolumentos mayores a los que recibe el presidente de la República. Así de sencillo.

El Artículo 3o. por su parte, indica que “todos los servidores públicos de la federación recibirán los beneficios del sistema público de seguridad social correspondiente”, quedando prohibidas opciones que impliquen cobertura con recursos públicos. Y algo de suma importancia es la disposición de prohibir las pensiones de retiro a ex-mandatarios, salvo lo correspondiente a seguro de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez del ISSSTE. La noticia, alegra a muchos, aunque enfurece a muy pocos (los impresentables Fox y Calderón, entre los más contrariados, por cierto).

Los anteriores preceptos emanan de los compromisos de campaña del hoy presidente electo Andrés Manuel López Obrador.

La cuarta transformación de la vida pública es ya política, tarea legislativa, y poco a poco adquiere fuerza jurídica.

Aunque algunos sigan refunfuñando de la derrota del 1o. de julio y prefieran hablar de “corazoncitos”, “austeridades populistas”, o divisiones entre izquierdistas, la hora cero de la nueva República arrancó el 1o. de septiembre. La transformación avanza.

¡Bienvenida!

 

Fuente de imagen: PortalAutomotriz.com
Twitter: @RicSantes Fecha de publicación en otros medios:

Plumas Libres, 17-sep-2018

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